Mi historia no es una historia de probarles que podía a todos aquellos que me dijeron que no, sino que es una historia de superación propia, de trabajar conmigo con tanta pasión que pude lograr lo que siempre me propuse, viajar por el mundo y cantar, de alinear mis planetas y generar mi propio cosmos. Nunca creí en las cosas dadas, sino en las que laburamos desde cero. Cuando vivía en Argentina y buscaba trabajos, en mis curriculums siempre destacaba mi capacidad de aprender, de crecer y de superarme, creía fervientemente que podía lograr todo lo que me propusiese,lo creo todavía.
Es que, al fin y al cabo, a nuestra vida la construimos nosotros o nos la construyen por nosotros.
Nunca deje y no creo que deje algún día de buscar el balance, la alineación de todos mis planetas, de todas mis palmeras.
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