✈️ Antes de ir a Australia, hice una parada en Nueva Zelanda. A pesar de haber estado casi un mes, siento que no fue suficiente para semenjante lugar. Sabía que me esperaba un lugar increíble, pero aún así me sorprendió. Algunos de los lugares en los que filmamos, fueron: Auckland, Tauranga, Rotorua, Coromandel, Christchurch, Akaroa, Queenstown, Wanaka, Tekapo, Milford Sound y Dunedin.
Hace un año pasaba mi primera noche en este hotel de lujo en el medio del Tundra de Alaska, Denali.
En aquel entonces escribí: “Si bien no me considero un fiel seguidor de Christofer McCandless (Alexander Supertramp) y difiero en muchas de sus reflexiones, su mensaje obviamente me marcó al punto de llegar a leer mucho de lo poco que se sabe de él. Y al estar en Alaska, no podía no ir a visitar el lugar donde pasó sus últimos meses y de donde salieron varias de sus reflexiones más fuertes. La emoción de llegar y ver el colectivo 142 después de un día entero de cruzar pantanos, rios y arroyos con dos mochilas a cuestas no fue menor que la de leer todos los mensajes escritos en las paredes y libros del bus y entender que, bien o mal, está persona despertó a mucha gente que estaba dormida. Pasar la semana ahí, cocinando con ramas, tomando el agua del río, durmiendo a la intemperie y recorriendo un poco la zona permite muy fácil traer a la mente la conexión que tuvo con la naturaleza y el aislamiento que buscó de la sociedad. Sin duda el resto de Alaska tiene por lejos lugares más lindos que me sacan todas las lágrimas, no tendría sentido haber venido hasta acá para solo visitar este lugar, como tampoco podría no haberlo visitado estando acá. Todavía me quedan días por estos pagos, y voy de camino a la zona de Katmai, donde solo se puede acceder en avioneta o barca, en busca de tener un lindo encuentro con los osos grizzly.” Volver a leer esas palabras me lleno los ojos de lagrimas por tanto recuerdo inundando mi mente, esos paisajes y lo que más tarde sería un hermoso encuentro con aquellos majestuosos osos marcaron mi vida de tal manera que decidí después llevarlo tatuado en mi brazo izquierdo. Les dejo mañana en las historias una foto de mi tatuaje.
ғʟᴀʀᴇ ʀᴜɴ🔥⛷🏔 Este momento fue especial, el sábado 01/09 hicimos la llamada “Flare Run” con @vilimdq y @jocheruiz4por primera vez y cerramos una GRAN temporada en @thredboresort🇦🇺(por lo menos nosotros, porque acá la temporada termina en octubre).
La Flare Run, es un evento que se hace los sábados a la noche (si el clima acompaña), donde bajas la montaña haciendo una de las pistas más larga de Australia (Supertrail de 3.7 km esquiables) e iluminando con antorchas todo el trayecto. Para poder hacerla tuvimos que aprobar un examen práctico donde hay que esquiar sin bastones, siguiendo un trayecto y manteniendo cierta distancia con la persona de adelante y atrás. Que como fue al final del día, estaba lleno de bumps y se complicó pero lo pasamos.
Después de darnos el lift pass para la noche nos comentaron que usemos ropa vieja porque mucha gente se prende fue con las antorchas porque la ropa de nieve es inflamable, sumado a los bumps que había en la montaña, el viento, algo de lluvia/nieve y que los lentes de protección se empañaban todos nos empezó a agarrar un cagazo tremendo. Cuando nos dimos cuenta eran todos instructores experimentados y seríamos 8 locos más que nos habíamos sumado. Subir la aerosilla de noche y ver todo Thredbo Village iluminado desde arriba fue hermoso. Pero los minutos que siguieron después fueron indescriptibles. Un fuego artificial dio la señal, prendimos las antorchas y comenzó la magia, se iluminó todo de rojo. Pudimos ver que la pista estaba toda recién groomeada para nosotros, los bumps y los miedos se fueron y se transformaron en adrenalina y emoción. Todos empezamos a bajar uno atrás de otro, gritando de felicidad. En un momento la pista pasa por unas casas, y podíamos sentir la energía de toda la gente que estaba en los balcones alentándonos y te motivaba más. Al llegar a la base, hicimos una ronda y al momento de apagar todos juntos las antorchas en la nieve se desencadenó una lluvia de fuegos artificiales que cerraron un momento épico. Como si fuera poco, luego los instructores, nos alzaron y lanzaron al aire a todos estos 8 locos que nos animamos a vivir esta experiencia. En ese momento la emoción te abunda y te sentís en la gloria, en el aire y pensás “ESTAMOS ACÁ! LO HICIMOS!”.